lunes, 30 de marzo de 2009

Líquenes


Fuiste el mar sobre mis párpados
la corriente silenciosa
que mecía mis oídos
acuosa arquitectura
de círculo creciente.

Tuve la luz varada a mis costados
nutriente, remansada,
en ráfagas de piel
y huesos conectados.

Todavía sigo bajo tu superficie líquida
pero en una tierra hostil
reseca y cuarteada.



Ana Alcaraz

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